Ocasionalmente escribo en mi blog, a
pesar de tener muchos proyectos, me percato que
la pereza se apodera de mí, quizá
por eso tengo nada más que un seguidor, mejor dicho una seguidora.
Vivo y nací en una ciudad muy linda, le dicen la Ciudad de
los coches, la Ciudad de las mujeres bonitas, corroboro que es cierto, hay muchos coches y la belleza de
las féminas estremece a Bayamo, que este 5 de noviembre cumple 500 años, por tal motivo ha habido una reanimación total
en todas las esferas sociales, y se
realizan iniciativas para celebrar su medio milenio.
Para los barrios se ha diseñado un programa de
participación popular El 500 en mi barrio, que comenzó hace dos sábados, en la calle Alfredo Uset,
actividades como estas se harán en
diferentes consejos populares urbanos, los viernes en el Centro Histórico, este último tocó en el
barrio de La Oyá, y los domingos, en el horario de la mañana, en
zonas rurales.
También hay un plan para mejorar la imagen de esta ciudad, se pintan las fachadas de las
casas, no como antes se hacía, ahora se le pregunta al morador, de qué color desea pintarla,
es decir se implica a su propietario, se reparan aceras, calles, parques, plazas…
se remozan restaurantes entre estos se encuentra
El Guajiro Natural, que está
quedando de maravilla.
Esta es una ciudad llena de historia, la segunda villa fundada, donde se gestó la Primera República en
Armas durante la gesta independentista del
siglo XIX, aquí nació el Himno
Nacional que acompañó a los cubanos en la contienda bélica y llegó hasta
nuestros días. Bayamo es la tierra
donde los antiguos moradores
fueron capaces de incendiar su ciudad
antes de entregarla a los españoles, por estas
acciones y otras es considerada Cuna
de la Nacionalidad Cubana.
Mi terruño es sumamente apacible, así es su gente, sus calles, sitios
históricos, plazas… de lo que me siento muy orgullosa, y que siempre quisiera compartir,
sobre todo, con los que no han tenido la oportunidad de conocerlo, ojalá y
algún día puedan visitarlo, sin ninguna vanidad lo digo, yo creo que aquí se
enamoran rápido, pues el entorno lo
provoca.